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La idea conceptual de esta versión gira alrededor de la depresión en sus diversas facetas y en su abrumadora complejidad; esa enfermedad que aqueja el estado de ánimo, que nos lleva al estatismo, a la euforia, a lo insaciable, al erotismo superficial y fugaz.

La tragedia implícita en el último verso del poema de Beckett, ce ne fut que dans la tête (no fue más que en tu cabeza) engloba el drama de estos códigos, el problema y la solución, tan cerca y tan inaccesible: todo está en la cabeza.

La lectura 3.0 para voz de Códigos Obsesos gira en torno a la distorsión, a la disyuntiva del ser mujer: mujer niña, mujer deseada, mujer castrada... [¿Mujer?, ¿qué es ser mujer?, ¿cómo se es mujer?]
La intérprete en esta lectura se debate ante estas interrogantes, esta mujer que no sabe ser, la mujer que seduce para ser, la mujer que se violenta al no poder ser, la mujer que se anula al no poder ser. La mujer no sabe ser. Todos estos estados son insoportables e insostenibles, y cada uno de estos estados de ser sirve como escape para otro, es la solución y a la vez la condena del ser.

Ante esta imposibilidad de ser, viene la frustración, la distorsión de la realidad (del sonido), misma que no puede ser sostenible por mucho tiempo y es liberada por la ruptura: un punto en donde nada es, todo se anula, un punto inaccesible en el que se interrumpe la búsqueda, se interrumpe el discurso y el sonido… hasta que el mismo silencio se vuelve insoportable y el ciclo inicia una vez más, de un punto u otro, desde la desesperación, desde el erotismo, desde la nada.

La partitura consiste en 13 fragmentos:
Cada fragmento contiene tres líneas: la línea superior es una gráfica visual de la distorsión; la línea central es una notación aproximada que contiene ritmo, texto y dinámica; la línea inferior tiene las posiciones del megáfono (Códigos Obsesos versión 2.0).

La lectura 3.0 se centró en las dos líneas superiores. La idea es repetir el fragmento de forma excesiva, buscando generar o provocar un estado de ánimo. En el momento en el que dicho estado de ánimo se vuelve insostenible, muta a otro, en el momento en el que no se puede sostener y no se puede mutar, al sentirse acorralada, entra la distorsión en estado puro, seguida de la interrupción y el silencio.

Los fragmentos 10, 11 y 12 no tienen notación clara, es predominante el punto de distorsión. Es por ello que estos fragmentos sirven como los tres grandes momentos de interrupción, de ruptura del discurso. En estos fragmentos se busca emular, por medio de registro, armónicos y en su caso ruido, la gráfica de la distorsión. (Se pueden escuchar los fragmentos de la versión con megáfono para tratar de encontrar un sonido análogo con la voz). El fragmento 13 se usa como final.
La experiencia del performance en esta pieza es interesante desde el punto de vista del intérprete, ya que implica ocupar varias posiciones de forma simultánea: generar y construir el estímulo, reaccionar al estímulo, responder al estímulo mediante la generación de otro. Es un circulo, mirar al espejo que mira su reflejo en el espejo.